miércoles, 6 de febrero de 2013

EL RATÓN DE HIPERMERCADO: EL ORIGEN

Antes no era más que una rara avis, ahora, en la era del recorte, forma ya parte de la fauna habitual de nuestras compras. El ratón de hipermercado se ha convertido por mor de la crisis en una especie casi ya autóctona de los centros comerciales de alimentación. Su aspecto es quizá un poco desaliñado, a veces llevan chándal con zapatos y calcetines blancos-, pero tras esa fachada de estética vintage se esconde una auténtica computadora humana. Las apariencias engañan en este caso más que nunca, y aunque a la hora de decidirse por un producto y depositarlo en el carro pueden parecer lentos como koalas, su decisión final calla muchas bocas. Es el resultado de procesar cientos de miles de precios, toneladas de papeles de propaganda, decenas de ofertas,  descuentos y promociones hasta dar con la elección más económica. 
Lo que para muchos resulta una simple lectura de ascensor o incluso una forma de colapsar el buzón del vecino más antipático; para ellos los folletos del super resultan una herramienta imprescindible: está en juego la supervivencia hasta fin de mes. Las estrecheces de parado obligan a buscar, comparar con la competencia y, si se encuentra algo más barato, ¡tato a la cesta¡