viernes, 16 de agosto de 2013

LOS JORNALEROS DEL REFRESCO


Sin ellos la playa no sería lo mismo. Sin su "Llevo la papa" o su "Cola Cola sin alcohol". Los vendedores veraniegos se han ganado el respeto y la admiración de los bañistas más comodones, los que además de pagar les dan un abrazo porque les ahorran un paseo sin chanclas hasta el chiringuito a 40º en pleno mes de agosto. 
Siempre están en el sitio exacto, a menos de 25 metros de la sed. No es extraño, en el tiempo de encontrar el sitio bueno, montar la sombrilla, colocar la toalla y protegerse con la crema, ellos ya han pasado por delante nuestra una docena de veces. Y eso que no van en boggies como los municipales, ni en zodiac marcando tableta como los chocorristas. Van tirando de un carrito de diseño casero con ruedas chungas de escuter 4x4 acopladas. Como en Madmax, el ingenio, la ergonomía y la mecánica al servicio de la supervivencia. Qué mérito tiene hacerse todos los días del verano un Dakar por la orilla a pelo, desafiando a la física con esas montañas de neveras, vestidos de blanco, -a menudo muy poluto-, y con una emblemática mariconera que, afortunadamente, va aumentado de peso a medida que aprieta la calor. 

3 comentarios:

  1. Qué grandes son, les perdonamos que a veces los gusanitos o las papas estén guachisnás por la caló.

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    2. Da igual que las papas sepan a veces chuchurrías y que los gusanitos hayan pasado la metaformosis y salgan del paquete convertidos en preciosas mariposas, los men´s in white son de otra pasta. Se lo curran bajo el sol

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