miércoles, 12 de junio de 2013

LOS RECOGEPELOTAS DEL TENIS

Ni los ocho Roland Garros de Rafa Nadal ni las horas y horas de televisión contemplado su epopeya han servido para mover conciencias. Es hora ya de una vez por todas de romper una lanza en favor de los recogepelotas, los auténticos jornaleros del tenis. Estas criaturas sí que se merecen levantar una ensaladera, aunque sea de papas aliñás, porque se lo currán más que un becario japonés. Nobles, diligentes, educados y eficientes como ellos solos, aguantan sin despeinarse y con disciplina espartana las mil y una órdenes y tareas que desempeñan a velocidad supersónica durante un partido. 
Cuando la bola está en juego, tiesos y quietos ahí como una máquina de tabaco. Si la pelota se va al carajo, a por ella en 0,3. Cuando la tienen, raudos al rincón, pose hierática brazo en alto para que el jugador elija la buena y le tire la sobrera con desdén y sin mirar hacia dónde. 
Con el tenis moderno las obligaciones del recogepelotas se han multiplicado exponencialmente. Lo que antes era para ellos un respiro, -el cambio de campo-, ahora es un momento infernal, casi tan insufrible como la cola del paro en hora punta.  
En ese interminable minuto y medio, el tenista sufre una extraña metamorfosis y se transforma en consentido cliente de resort de 5 estrellas pero con peluco caro en vez de pulserita chillona. Comienza entonces el rosario de exigencias para tormento del recogepelotas: Que si el botellín de agua fría, el del Isostar rosa, la toalla, ponme el hielo por el cuello que no veas la que está cayendo en Melbourne, el plástico de la raqueta nueva, pélame el platanito, inclina más la sombrilla, tira esto a la papelera, dile al juez de silla de mi parte que me cago en sus muelas porque "la bola entró"... El día que estas criaturas se cansen, funden un sindicato y exijan un convenio colectivo, veríamos a ver qué pasa con los Grand Sland, los Master 1000 y la Copa Davis. Y luego dicen que el tenis ya no es un deporte de señoritos. Pues a veces lo parece.

2 comentarios:

  1. Hola Sr. Nietez el día que funden un sindicato los recogepelotas, trabajaran mas para mantener al sindicato, ganarán menos y pagaran una cuota mensual.
    Se buscarán la manera de ver si pueden ser liberados sindicales o si bien pueden entrar en la estructura piramidal del sindicato para vivir del cuento y venderle la moto a sus colegas no sindicalistas......y venderles las virtudes de afiliarse al sindicato...........

    Un abrazo

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    Respuestas
    1. Discrepo. Creo que el Cándido Méndez en pantalón corto, gorrita y polito de tenis estaría hasta resultón... un saludo...

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